Miguel de Unamuno, uno de los escritores más importantes de la Generación del 98, visitó Mallorca por primera vez durante el verano de 1916, a la edad de 52 años. Su estancia en la isla fue anunciada el mismo día de su llegada, el 14 de junio de 1916, por el periódico «La Última Hora»:
«Ha llegado a bordo del Jaime I, D. Miguel de Unamuno el cual pasará una temporada en casa de D. Gumersindo Solís, registrador de la propiedad de Manacor. Viene para descansar aunque también se dedicará a la terminación de algunos trabajos literarios. Es la primera vez que viene a Mallorca».
Unamuno realizó su viaje a Mallorca en época de madurez y en plenitud profesional. Era ya un personaje muy conocido y de gran prestigio tras la publicación de obras como Paz en la guerra (1895), Amor y pedagogía (1902), Recuerdos de niñez y mocedad (1908) o Niebla (1914), y después de haber sido rector de la Universidad de Salamanca (años más tarde volvería a ocupar este cargo).
Unamuno, que durante su estancia en Mallorca se alojó con unos familiares suyos, visitó varios lugares de la isla como Palma, Manacor, Sóller o Santa María. En Valldemossa estuvo unos 10 días, invitado por Joan Sureda y Pilar Montaner, hechizado por la belleza del paisaje Valldemossa:
«Valldemossa es el más célebre que como paisaje y Lugar de retiro y de goce apacible de la naturaleza Tiene Mallorca», llegó a escribir el bilbaíno.
Sobre el pequeño periodo residiendo en el Palacio del Rey Sancho, donde coincidió unos días con Gabriel Alomar, Unamuno escribió las siguientes líneas:
«También Rubén Darío pasó en Valldemossa una temporada en sus últimos, tristes y torturados años, acaso la última temporada en que gozó de alguna paz. La pasó en la misma casa en que yo estuve alojado diez días, en casa de D. Juan Sureda, cuya mallorquina hospitalidad es una honra para la isla. Con D. Juan Sureda y su mujer Pilar, excelente y emocionada pintora, las horas parece que se van sin sentir”.