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A pesar de sus reducidas dimensiones geográficas, Mallorca se ha distinguido como un territorio capaz de ofrecer múltiples alternativas musicales: festivales, certámenes, muestras y todo un conjunto de iniciativas que, desde la diversidad, han sabido adaptarse a los gustos de diferentes públicos. Sin embargo, cabe destacar la importancia que han tenido los festivales de música clásica durante las últimas décadas.

En este sentido, la isla destaca por acoger uno de los eventos musicales más significativos del panorama clásico estatal como es el Festival Chopin de Valldemossa. Sus orígenes se remontan a 1930, cuando el compositor Joan Maria Thomàs creó el primer festival del mundo dedicado a la figura del célebre compositor polaco: un acontecimiento que, aun habiendo llevado a la isla a figuras como Arthur Rubinstein o Paz Casals y tener figuras de primera línea dentro del Comité de Honor como Maurice Ravel o Igor Stravinsky, dejó de celebrarse en 1936 con el inicio de la Guerra Civil. Esta iniciativa musical de alcance internacional se reactivó en 1965 con la constitución del Patronato Frédéric Chopin y George Sand, aunque no sería hasta 1981 hasta que el festival se reactivara como tal, con la denominación oficial Festival Chopin de Valldemossa. Desde entonces, y hasta el día de hoy, han actuado en la Cartoixa algunas de las primeras figuras mundiales del piano.

Durante los años sesenta surgieron una serie de iniciativas musicales de carácter anual como el Festival Internacional de Música de Pollença, creado por el violinista británico Phillip Newman en 1962. Celebrado en el antiguo claustro de Santo Domingo, tiene como leitmotiv convertir el municipio mallorquín en un «pequeño Salzburgo mediterráneo». Su capacidad de reinventarse explica su pervivencia en el tiempo, abriéndose a otros géneros como el jazz, bossa nova, jazz, swing, pop, flamenco o música clásica. De esta forma, han formado parte de su cartel artistas tan diversos como Andrés Segovia, Roger Hogson, Narciso Yepes, Montserrat Caballé, Michael Nyman, Chucho Valdés o Michel Camilo.

El Festival Internacional de Música Clásica de Artà, también llamado Festival de Música Clásica Antoni Lliteres, es un evento veraniego organizado por el Ayuntamiento de Artà en la iglesia del convento de los franciscanos desde 1989 y por el que han pasado figuras como Ara Malikian, Jean Pierre Rampal, Itxaro Mentxaka, Claudi Arimany, Jordi Savall, Joan Pons… Según sus organizadores, «es un festival consolidado (…) que ya se ha convertido en un imprescindible en la programación estival de música clásica de Mallorca». Ha habido muchos más, como el Festival Internacional De Música de Deià, el Concierto de Canto Coral de Torrent de Pareis, las Serenatas Musicales de Cala Ratjada, el Festival de Música de Bunyola… Durante las últimas décadas se contabilizan ejemplos notables que, además de importantes resultados artísticos, han ayudado a consolidar Mallorca como un pequeño paraíso de la música clásica en el Mediterráneo.

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