Historia2 de marzo de 2018
La suma de curiosidad, instinto, ingenio y progreso ha sido la fórmula que explica que, durante siglos, la humanidad se ha hecho valer de todo un conjunto de mecanismos indispensables en su desarrollo como especie. Estos avances no sólo han cambiado el transcurso de la historia, sino nuestra forma de vida. Por ello, difícilmente podríamos entender el día a día sin estas innovaciones. Con el fin de tomar conciencia de todo lo que representan en nuestra cotidianidad, os ofrecemos una lista de los diez elementos que, por representativos o indispensables, son considerados como los inventos más revolucionarios hechos por los seres humanos.
- La rueda. Posiblemente, uno de los inventos más importantes –y antiguos– de la historia. Se ignora su origen, pero se ha documentado su utilización en Ur (Mesopotamia) hace casi cinco milenios. Sus múltiples funciones han sido esenciales en el desarrollo del progreso humano.
- El arado. Su origen también nos remonta a Mesopotamia, hace prácticamente cuatro mil años. Esta invención, utilizada para labrar la tierra mediante surcos, permitió revolucionar el campo de la agricultura.
- El papel. Inventado en China en el siglo II a.C. a partir de las fibras de seda, paja de arroz y fibra de cáñamo. Posteriormente, se extendió a Asia Central; los árabes lo llevaron a Europa, convirtiéndose en un elemento esencial para innovaciones posteriores como los libros y, sobre todo, la imprenta.
- La imprenta. Este dispositivo mecánico permite, mediante la presión a una superficie entintada, la reproducción de textos escritos e imágenes para un medio de impresión. Su invención ha sido atribuida a Johannes Gutenberg, pero ya se documentan precedentes en el Lejano Oriente como el prototipo creado por Bi Sheng en el siglo XI.
- La máquina a vapor. No se puede concretar la fecha exacta de su aparición, pero sí el momento en el que se convirtió un invento decisivo: la Revolución Industrial. Después de haber pasado por manos de numerosos inventores que, poco a poco, la mejoraron, fue decisiva a la hora de sustituir los motores tradicionales: el animal, el molino o, incluso, la tracción humana.
- El telégrafo. Considerado como una de las mayores revoluciones en materia de comunicación, permitió el contacto entre personas a larga distancia y de forma instantánea. Su evolución está ligada a diferentes pioneros, pero se considera que el primero de todos fue el científico y religioso francés Jean Antoine Nollet.
- La calculadora. Blaise Pascal fue el inventor de una primera máquina encargada de realizar cálculos aritméticos, pero el español Leonardo Torres Quevedo patentó la primera calculadora analógica en 1914, permitiendo realizar operaciones matemáticas de alta complejidad en muy poco tiempo.
- El automóvil. Aunque se considera que los primeros coches se inventaron en China a finales del siglo XVII, el primer vehículo a vapor fue presentado en 1769 por Nicholas-Joseph Cugnot con el objetivo de transportar cañones. En 1833, Eilhard Mitscherlich dio un nuevo planteamiento al automóvil al descubrir que la gasolina podría convertirse en un combustible perfecto.
- La bombilla. A lo largo del siglo XIX, decenas de personalidades estuvieron involucradas en la invención de las bombillas incandescentes. Sin embargo, se considera a Thomas Edison como el inventor del aparato, tal como lo conocemos a día de hoy. Con la luz, cambió el patrón de descanso de la gente, pero también aumentó la productividad industrial y la seguridad en las calles de las ciudades.
- La computadora. Durante el siglo XIX se documentan algunos dispositivos mecánicos de computación, pero las múltiples innovaciones que incorporaron una serie de investigadores -Babbage, Turing, Zuse, Flowers, etcétera- condujeron a la creación de los ordenadores, tal y como los conocemos hoy en día.
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