La impresión es prácticamente un elemento indispensable en nuestro día a día. A la hora de comprender su importancia histórica, así como su evolución técnica a lo largo de los siglos, el viajero tiene todo un conjunto de alternativas interesantes si desea profundizar en los orígenes de uno de los inventos más revolucionarios creados por el ser humano.
A tal efecto, el punto de partida debe ser el Museo Gutenberg, espacio dedicado al honor de Johannes Gutenberg, orfebre alemán que pasó a la historia al haber inventado la prensa de imprenta con tipos móviles moderna a mediados del siglo XV. Ubicado frente a la catedral del casco antiguo de Maguncia (Alemania), el museo abrió sus puertas en 1900, año en el que se conmemoraban los quinientos años del nacimiento del célebre impresor. Además de reunir en un mismo espacio los logros técnicos –así como artísticos– del propio Gutemberg, entre sus diferentes colecciones se pueden hallar mecanismos de impresión y materiales impresos de numerosas culturas de todo el mundo.
El siguiente destino puede ser el Museo Plantin Moretus en Amberes (Bélgica), espacio dedicado a la imprenta fundada y dirigida por Cristophe Plantin en el siglo XVI. Por entonces, la ciudad belga era una de las principales puertas de entrada y de salida de todo tipo de materias primas y manufacturas en Europa, un factor que permite entender porqué terminó convirtiéndose en un centro intelectual de primera orden. Su museo conserva las dos prensas más antiguas del mundo, pero también maquinarias y utensilios íntimamente ligados al proceso de impresión. No puede obviarse su importante biblioteca, formada por más de veinticinco mil incunables.
Más al sur, destaca el Museo de la Imprenta y Artes Gráficas de la Comunidad Valenciana, ubicado en la misma capital valenciana. En su interior, el visitante puede disfrutar de un completo recorrido histórico a través del mundo de la imprenta, con alicientes tan significativos como la copia exacta de la maquinaria de madera utilizada por figuras como Lambert Palmart, Jacob Vizlant o el propio Gutemberg. Tampoco debe pasar desapercibida una prensa Stanhope de principios del siglo XIX, conservada en perfectas condiciones.
Finalmente, Valldemossa representa otro punto de gran interés. La Colección Guasp, ubicada en una de las salas de la Cartoixa, representa un conjunto de singular importancia tanto por la gran cantidad de matrices xilográficas que la configuran como su variedad cronológica, estilística o temática. La perfecta conservación de una prensa del siglo XVII no sólo hace de la colección mallorquina una de las más espectaculares del continente europeo, sino que convierten la Cartoixa en una parada obligatoria en el transcurso de este fascinante itinerario.